El Guardián del Planeta Délfico

«Podía ver mis patas velludas y blancas, hermosas. Era de noche cuando salí de la casona, pero a medida que iba avanzando y en medio de la transmutación, la noche se iba aclarando, el sol se abría paso como un animal salvaje y formidable. Es entonces que llego a una pendiente de concreto y empiezo a escalarla; a estas alturas yo ya rebaso en tamaño a todos los seres vivos del planeta. De pronto me encuentro en medio del espacio, y soy capaz de vislumbrar el universo entero. En ningún momento dejo de crecer, crezco y crezco hasta que sobrepaso el límite del tamaño mismo, y soy más grande que la Creación…»

Karina Luz, El Guardián del Planeta Délfico

Recientemente fue publicada en Amazon mi primera novela y quinta entrega literaria: El Guardián del Planeta Délfico (2018). Es una historia que aborda el amor verdadero como fuente de redención; los protagonistas son una humana y un alienígena. Se tocan temas tan controversiales y profundos como la igualdad de género, la redefinición de conceptos "hombre" y "mujer", la búsqueda de la verdadera vocación, Dios entendido como una luminosidad fuera de parámetros religiosos, y la búsqueda de la verdad; entre otros asuntos filosóficos y conflictos existenciales del ser.

Cuando inicié la escritura de esta obra tenía veintisiete años aproximadamente, la fecha exacta no la recuerdo, pero concebí la idea desde un ángulo onírico, es decir, está basada enteramente en visiones de mis sueños nocturnos. También cito a Jung, el gran psiquiatra suizo a quien admiro asaz. Es raro encontrar libros místicos que puedan brindar sosiego y al mismo tiempo sean una fuente inagotable de misterios que invocan respuestas a las antiguas preguntas, como lo es El Libro Rojo de Jung.

También admiro a Simone de Beaviour, y su presencia en la novela está ligada a sus aportes feministas, reflejados en El Segundo Sexo.

La novela entera es una búsqueda incesante del propio ser, y la aparición de Delfín no es más que un factor externo que influye de manera decisiva en el hallazgo del amor verdadero, de un amor libre de paradigmas y normas, exento de machismos, de posesividad, de apego.

Kerr, la heroína de la historia, es una persona ensimismada, encerrada en sí misma, dispuesta a todo con tal de conocerse completamente y encontrar en la Luz una respuesta verdadera. Está en la búsqueda de la Verdad única e imperecedera.

Esta historia la he escrito a fuerza de mucha disciplina y convencida de que, en adelante, pondré más atención a mi vena narrativa, que de hecho inicié mi travesía literaria con la escritura de cuentos.

Ya no he soñado con Delfín, desde hace casi una década que no aparece en mis sueños. Sin embargo sé de su existencia, de su presencia, de que está cerca. Esta novela es también una declaración de amor hacia él; son veinticinco cartas que le escribí en la ficción, y que sobreviven a la realidad.

Delfín, si estás leyendo estas líneas, debes «saber que el horizonte es solo mío, no comparto mis alas, ni mi soledad». Pero también debes saber que mi amor hacia ti no conoce límites, por eso te seguiré esperando, más allá del tiempo y el espacio.

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