Para despertar espiritualmente, Adyashanti afirma que la actitud frente a la vida es determinante, por ejemplo, el hecho de renunciar al control es la forma correcta de asumir la existencia.
La meditación es una forma de alcanzar el despertar espiritual, y la verdadera meditación no incluye el no pensar, sino contemplar los pensamientos sin tratar de acallar la mente, y renunciar a controlar lo que sucede.
Cuando se dice que meditar es fijarse en la respiración, o en una imagen mental estática, en realidad están hablando de una técnica de concentración.
Cuando tuve acceso a esta información, quedé en shock.
"Aceptar todo como es significa dejar caer las máscaras, entonces la verdad aparecerá".
En mi camino de autodescubrimiento, me encontré con estos libros: El final de tu mundo, The way of liberation, True Meditation de Adyashanti.
Y aprendí que cuando una es completamente sincera con una misma, es más sencillo vivir.
Aunque también es doloroso al principio, porque surgen preguntas y respuestas sobre nuestra verdadera naturaleza, el origen de nuestros impulsos, la génesis de nuestros actos.
No fue agradable hallar tanta frustración en mí.
Pero ahora me conozco un poco más, y aunque aún no sé por cuál sendero continuar, me siento un poco más ligera, más auténtica, más real.
¿Cuál es la verdadera liberación? ¿Por qué se busca el despertar espiritual?
Creo que las respuestas a estas preguntas surgirán en el fuero interno de cada uno, según sus creencias, según su conocimiento.
Los libros ayudan, pero me gusta pensar que hay algo que subyace fuera del pensamiento. Algo que está intacto, que permanece inmutable y que obviamente no puede ser definido con palabras.
A veces, la lectura puede ser un consuelo. Otras tantas, una ventana a las posibilidades infinitas.
No basta con leer un buen libro, es necesario ponerlo a prueba. Contradecirlo si es necesario, pero sacar el máximo provecho de sus enseñanzas.
De momento, mi búsqueda me ha llevado hasta aquí. Aún espero encontrar respuestas, tal vez yo misma me las pueda dar, pero tomará tiempo.
© KARINA LUZ
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